LGE contra la Educación
Año 2006, Revolución Pinguina; los estudiantes de todo Chile se unen en contra del sistema educacional imperante pidiendo cambios y planteando demandas –incluso propuestas- ante la LOCE.
Año 2008 la Concertación y la Alianza crean y aprueban la LGE (Ley General de Educación), respecto a esto el dirigente del Magisterio Jaime Gajardo manifiesta: “Esta ley es una gran estafa, porque se le prometió a los estudiantes, desde la propia presidenta de la republica por cadena nacional, que se iban a acoger las demandas y se iban a abordar los cambios de fondo que requería la institucionalidad educacional chilena. Nada de eso ha pasado. Se ha mantenido todo el andamiaje del sistema de mercado”.
“Con la actual LGE lo único que se establece es: educación pobre para pobres y educación rica para ricos”. Esta ley mantiene los acuerdos entre la clase política y, a pesar de llamar a movimientos ciudadanos para que participen de sus “reformas”, no los toma en cuentas más que para las fotos de los periodistas, en definitiva: no cambia la estructura.
Educación Pública y Privada.
La educación debe profundizar en su calidad y debe entregar las mismas oportunidades para todos. En este sentido es deber del Estado asegurar lo anterior. Pese a esto, es el Estado el que se ha querido desligar de la educación, traspasándola a las municipalidades -a su vez a las corporaciones- y a los capitales privados (LGE. Art. 46, inciso A). En este sentido; genera que la educación entre en el juego de la oferta y la demanda, la regule el mercado, bajando incluso la calidad en aquellas instituciones administradas por emprendedores privados con ansias de ganancias “rápidas” más que “estables”.
Es entendible que la óptica del Estado sea esta, cuando en su interior se encuentran capitales privados trabajando para intereses personales más que “sociales”, en otras palabras, los empresarios se dan la mano con funcionarios de gobierno a favor de la LGE. Mario Aguilar, dirigente nacional del Colegio de Profesores; sostiene que la Ministra de Educación Mónica Jiménez “ha realizado un papel correcto para los intereses que ella defiende. Viene del mundo privado y lo que ha hecho todo este tiempo es defender esa concepción de la educación. Cuando ella llora es para que la educación privada en Chile tenga mas fuerza y tenga prioridad”. En este punto podemos concluir: La educación es un derecho; ¿Tu pagas para tener derechos?.
Más profesores cesantes.
El Artículo 46, inciso G de la LGE plantea que profesionales no-docentes de universidades acreditadas con 8 semestres de estudio puedan ejercer la docencia. La pedagogía es una disciplina de gran complejidad, no solo abarca los “conocimientos enciclopédicos” entregados, sino que también incluye procesos psicológicos al estudiante, métodos didácticos, planificaciones de curriculum, entre otros. En otras palabras el pedagogo no es un ingeniero, un médico, un abogado ni un profesional que sabe un contenido en si, también es un ser cercano que trabaja activamente en el desarrollo del escolar.
La ministra Jiménez refiriéndose al tema dijo: “Profesores alégrense porque estamos elevando la calidad de la docencia…”. ¿Tu te alegrarías si te quitaran tu trabajo?. En primer lugar esto atenta al trabajo del docente. Por otra parte; esto se hace con el fin claro de tapar un mal creando otro, la cesantía de profesionales quiere ser tapada dejando a otros profesionales cesantes que según la LGE son menos importantes -reflejado en las remuneraciones-. ¿Le gustaría ser cesante? A nosotros tampoco.
En definitiva sobre la Educación todos tenemos algo que decir, pero desde la comodidad de nuestra casa es difícil construir algo. Invitamos a reflexionar, a buscar soluciones al problema, a crear instancias que incluyan a todos los involucrados de la educación, y no solo al Estado y la clase política, sino a quienes están en el día a día en las aulas y en los establecimientos construyendo un mundo mejor.
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