Cercano a las 10 de la mañana se inició la movilización. Los mineros, el pueblo de Tambillo y diversas organizaciones sociales y políticas caminaban manifestándose desde Balmaceda hasta la ruta 5 por Amunateguí. Frente a nosotros dos patrullas de carabineros, atrás de la columna de manifestantes, otra patrulla, por el costado también veíamos a los policías.
Mientras bajábamos caminando los gritos no tardaron en hacerse oír, y es que la sed de justicia social, la necesidad de libertad y respeto a los pobres resuena por todas las esquinas y espacios donde hay represión, donde pisotea y dominan las leyes del neoliberalismo.
Posteriormente salimos a la ruta 5, caminando alegremente y gritando las consignas de unidad, entre nosotros habían señoras, abuelitos, niños, todos convencidos de que esta lucha es justa y necesaria. No tardaron en aparecer los bocinazos de apoyo desde los camioneros ubicados frente a la universidad Santo Tomas, esa monedita solidaria para la olla común de los mineros, como también aparecían los bocinazos de los automóviles que por allí circulaban y solidarizaban con el pueblo organizado.
Al mismo tiempo se oía una guitarra que entonaba con alegría las canciones del descontento, como también se difundían entre los manifestantes el ultimo número del periódico “Unidad”, órgano informativo del Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores (MPT).
La manifestación continuaba pues, toda esa alegría tenía un fin, era la alegría de la lucha que nos calentaba la garganta para gritar con más fuerza, para denunciar con más fervor las injusticias de un sistema tan inhumano como el neoliberalismo. Era necesario gritar que a pesar del fin de la Huelga de Hambre realizada tiempo atrás por los mineros y estudiantes, a la fecha no hay resultados, a pesar de llevar más de setenta días en Huelga Legal aun la protección al criminal de Fra Fra parece ser cierta, aun el gobierno no interviene, aun nos hacen esperar.
En la ruta 5 con Francisco de Aguirre la columna se detuvo, las denuncias se hacían más fuertes, como también el apoyo de los transeúntes solidarios que entregaban unas moneditas para la olla común que mantiene desesperados a los mineros. Cuando hay hambre, difícilmente se puede estar contento. El meeting continuaba sin embargo las fuerzas policiales presentes empezaron a llamar a sus superiores, al momento llega una micro, un zorrillo y un guanaco de carabineros, listos para someter a “estos desordenados” a la represión y defender nuevamente los intereses del capital.
Nosotros continuamos caminando con los manifestantes que, a pesar de todo; continuaron marchando y arengando que la situación no da para más. Las arengas se sucedieron una tras otras; los Mineros de Tambillo, los compañeros del Puño de Abya Yala y los compañeros del MPT que estaban presentes. Las fuerzas policiales desproporcionadas nos siguieron todo el rato, esperando el momento de comenzar a reprimir.
Al llegar a la intendencia la sorpresa fue inmensa, ¡el intendente no estaba!. Así es la democracia que tiene ejecutivos que no están cuando se hay injusticias, a cambio nos encontramos con otro contingente de carabineros en cada columna del Gobierno Regional.
Mientras bajábamos caminando los gritos no tardaron en hacerse oír, y es que la sed de justicia social, la necesidad de libertad y respeto a los pobres resuena por todas las esquinas y espacios donde hay represión, donde pisotea y dominan las leyes del neoliberalismo.
Posteriormente salimos a la ruta 5, caminando alegremente y gritando las consignas de unidad, entre nosotros habían señoras, abuelitos, niños, todos convencidos de que esta lucha es justa y necesaria. No tardaron en aparecer los bocinazos de apoyo desde los camioneros ubicados frente a la universidad Santo Tomas, esa monedita solidaria para la olla común de los mineros, como también aparecían los bocinazos de los automóviles que por allí circulaban y solidarizaban con el pueblo organizado.
Al mismo tiempo se oía una guitarra que entonaba con alegría las canciones del descontento, como también se difundían entre los manifestantes el ultimo número del periódico “Unidad”, órgano informativo del Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores (MPT).
La manifestación continuaba pues, toda esa alegría tenía un fin, era la alegría de la lucha que nos calentaba la garganta para gritar con más fuerza, para denunciar con más fervor las injusticias de un sistema tan inhumano como el neoliberalismo. Era necesario gritar que a pesar del fin de la Huelga de Hambre realizada tiempo atrás por los mineros y estudiantes, a la fecha no hay resultados, a pesar de llevar más de setenta días en Huelga Legal aun la protección al criminal de Fra Fra parece ser cierta, aun el gobierno no interviene, aun nos hacen esperar.
En la ruta 5 con Francisco de Aguirre la columna se detuvo, las denuncias se hacían más fuertes, como también el apoyo de los transeúntes solidarios que entregaban unas moneditas para la olla común que mantiene desesperados a los mineros. Cuando hay hambre, difícilmente se puede estar contento. El meeting continuaba sin embargo las fuerzas policiales presentes empezaron a llamar a sus superiores, al momento llega una micro, un zorrillo y un guanaco de carabineros, listos para someter a “estos desordenados” a la represión y defender nuevamente los intereses del capital.
Nosotros continuamos caminando con los manifestantes que, a pesar de todo; continuaron marchando y arengando que la situación no da para más. Las arengas se sucedieron una tras otras; los Mineros de Tambillo, los compañeros del Puño de Abya Yala y los compañeros del MPT que estaban presentes. Las fuerzas policiales desproporcionadas nos siguieron todo el rato, esperando el momento de comenzar a reprimir.
Al llegar a la intendencia la sorpresa fue inmensa, ¡el intendente no estaba!. Así es la democracia que tiene ejecutivos que no están cuando se hay injusticias, a cambio nos encontramos con otro contingente de carabineros en cada columna del Gobierno Regional.
El enfado fue aun mayor, mientras el pueblo estaba organizado, pidiendo justicia en la calle, los polítiqueros no estaban. Supimos que muchos estaban en Coquimbo, y nosotros estábamos dispuestos a continuar hasta hacernos escuchar. Así llegamos hasta Coquimbo, al acto de los supuestos “representantes”. Entramos a la municipalidad con tambores, con banderas, con megáfonos haciéndonos escuchar, no aguantaríamos más. Luego recibieron a los voceros de los Mineros de Tambillo.
Ahora a esperar los resultados de sus conversaciones, sin embargo los manifestantes esperan que esta vez si sea satisfactoria pues; la próxima vez no será tan dócil.
Abrazos Solidarios!
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